El papel de las muñecas sexuales en las disfunciones sexuales masculinas

Jul
12
2017
Artículo
Pedro Lucas
Muñecas sexuales
 
No podemos obviar la posible utilidad clínica que pueden tener la multitud de inventos que están saliendo a la luz en los últimos años. Hoy más que nunca la clínica sexológica tiene que estar adaptada a las realidades de los individuos actuales. 
 
Los españoles pasan 5 horas de media diaria conectados a internet o realizan el gesto de coger su smartphone unas 1500 veces a la semana, por lo que la terapia tiene que tomar nota de qué medios tiene a su alcance para llegar mejor a las personas. Las apps de los smarthphone, las gafas de realidad virtual en 3D, diferentes juguetes sexuales conectados al movimiento por bluetooth, las muñecas sexuales realistas, etc; todo pensado para el ocio de las personas y poco integrado dentro de la terapia. Hoy más que nunca los terapeutas aprenden de sus clientes.
 
Hoy nos toca hablar de las muñecas sexuales del S.XXI o “real dolls”, que están suponiendo una auténtica revolución por el hiperrealismo conseguido en el aspecto de la piel y la carne humana, el tacto suave que ofrece ese tipo de material llamado elastómero termoplástico, su esqueleto interno articulado que permite ponerla en cualquier posición imaginable, además de sus formas, fieles a veces, e hipérboles en otras, de los modelos estéticos dominantes femeninos. 
 
La gran mayoría tienen forma de mujer, pero también existen muñecos sexuales hombres, muy metrosexuales, fibrados y en un continuo estado de erección, e incluso transexuales.
 
Las muñecas sexuales y las disfunciones sexuales masculinas
 
La gran mayoría de las disfunciones sexuales suelen tener una etiología psicógena, y una potenciación y mantenimiento del problema, relacionado con la tensión y ansiedad que genera el propio encuentro sexual. Miedo a no dar la talla, a no controlar la propia respuesta sexual, excesivo perfeccionismo sensorial y emocional, bajo autoconcepto corporal, baja autoestima, inseguridades varias, etc; son los responsables, en muchos casos, de diferentes problemas de disfunción eréctil, eyaculación precoz o aneyaculación entre otros. En algunos casos en los que el problema tiene varios de años de evolución, algunos hombres incluso evitan las relaciones sexuales por el miedo al fracaso que le genera el propio encuentro, incluso pudiendo afectar al deseo sexual al cabo del tiempo.
 
Las muñecas sexuales pueden jugar un papel terapéutico importante en la solución de algunas disfunciones sexuales, siempre que la persona esté asesorada y se realice un seguimiento de la evolución del problema por un profesional de la Sexología. Las muñecas pueden jugar un papel puente entre la masturbación y las relaciones sexuales, ayudando a los hombres a afrontar sus miedos ante el encuentro sexual. Muchos de los casos de disfunción eréctil, eyaculación precoz y aneyaculación son situacionales, es decir solo se dan en una situación concreta, normalmente durante el encuentro sexual.
 
En el caso de la disfunción eréctil, lo más común es que el gatillazo se produzca justo antes de la penetración o durante la penetración, a veces con la puesta del preservativo, pero no en masturbación, por ejemplo. Ocurre, sobre todo, cuando la penetración está cerca, ya que la erección solo sirve para penetrar, sin ella la penetración no es posible. Las muñecas sexuales, generan un entorno de NO presión, de no tener que demostrar, ni empatizar, ni que dar la talla, que puede ayudar al hombre a centrarse en el propio placer y a entrenarse en una situación bastante parecida a la que le genera ansiedad de rendimiento.
 
Aunque parezca mentira, una a tendencia actual muy generalizada es la preocupación que genera el placer del otro. Todo el mundo quiere ser un buen amante, centrándose más en dar que en recibir, si, además, a esto le sumas algunas falsas creencias de que el placer de la mujer heterosexual depende del hombre, el hombre se enfrenta a la relación sexual con más responsabilidad de la que le corresponde. La excesiva empatía sexual puede ser contraproducente y las muñecas pueden ayudar a desvincular la preocupación que genera el placer del otro. No se trata de olvidarse del placer del otro, sino que de que deje de obsesionar hasta el punto de no poder disfrutar. Por eso, las muñecas ayudan a generar un contexto parecido al encuentro sexual, donde trabajar en el propio placer sea más fácil. El entrenamiento de ser supervisado y adaptado a las necesidades de cada persona, pudiendo llegar a ser de gran utilidad para el buen curso de la terapia. No olvidemos que para dar placer lo primero es saber recibirlo, si sabes recibirlo, sabes darlo. Muchas de las disfunciones sexuales no permiten vivir con intensidad el placer, por la preocupación que genera la competencia amatoria, afectando a la autenticidad del dar placer.
 
Desventajas
 
Evidentemente no es oro todo lo que reluce y la utilización de las muñecas sexuales también puede llegar a ser contraproducente, sobre todo en casos de un mal uso o abuso, como por ejemplo, cuando la muñeca viene a suplir todo contacto humano o que la necesidad de la presencia de la muñeca para activar la respuesta sexual. Podrían ser casos parecidos a las parafilias, pero en líneas generales, usadas con cabeza, pueden ser una fuente complementaria de satisfacción, juego en pareja, su aplicación en algunos casos de discapacidad, así como el importante papel terapéutico que pueden llegar tener.
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