La ninfomanía en las sociedades modernas

Feb
28
2017
Artículo
Pedro Lucas
Ninfomania

¿Existe la ninfomanía? ¿Cuánta cantidad de actividad sexual pasa a ser demasiada? ¿Es posible determinar cuanto sexo es demasiado? ¿Y quién lo decide?

La ninfomanía es un concepto que acuñó Richard Von Kraftt Ebing hace más de 100 años, para referirse a mujeres que sentían un impulso exagerado con su marido o cualquier otro hombre. Pues bien, parece que a día de hoy, sigue aún teniendo vigencia entre los más jóvenes esta concepción sexista, erotofóbica y heternormativa de la sexualidad de la mujer. Mujer hiperdeseante es sinónimo de ninfómana o puta, y hombre hiperdeseante es sinónimo de hombretón o machote. En este escenario, se construyen socialmente las sexualidades según el sexo de las personas, una doble moral que patologiza lo hiperdeseante en la mujer, así como lo hipodeseante en el hombre.

La ninfomanía, a pesar de ser un término en desuso desde la terapia sexual y desde los Manuales Diagnósticos, como la CIE o el DSM, por su discriminación hacia la mujer, debido a la excesiva patologización de la respuesta sexual femenina; no es raro encontrar personas que defienden su existencia, apoyándose en concepciones y memes culturales que parten de la base, que la mujer, por el hecho de serlo, es menos sexual que el hombre. La prueba de esto, es preguntarle al lector ¿qué termino se utiliza para definir al hombre con un hiperdeseo sexual? El término es satiriasis o andromanía, ¿lo habían escuchado? es posible que sí, pero no podemos dejar de admitir que la utilización de ninfomanía para juzgar la actividad sexual de la mujer, se utiliza más a la ligera que el término satiriasis. Esto avala la hipótesis de que el término ninfomanía más que un entidad clínica es un herramienta social para construir mujeres hipodeseantes.

A pesar de los avances científicos, sociológicos y políticos, en materia sexual, que ponen de manifiesto la cada vez menos controvertida sexualidad de la mujer, la escasa porosidad de las mentes conservadoras para entender el hecho sexual humano, impenetrables estructuras corticales que hacen de la plasticidad cerebral una falacia, convierten a  la ninfomanía en una antigua, pero renovada forma de machismo y marianismo, a la vez que se maquillan de saludables determinados estándares de actividad sexual, por supuesto según el sexo.

Pretender determinar la cantidad de sexo óptima que te brinda un buen estado de salud, dependiendo de si eres hombre o mujer, se torna tan complicado, como intentar medir cuanta cantidad de amor es la óptima. Cierto es, que cuando la actividad sexual es compulsiva e insatisfactoria a la vez, además de generar un malestar, la llamada hipersexualidad, puede ser motivo de consulta y de terapia, pero en ningún caso, deben de utilizarse diferentes varas de medir para los sexos, amparándose en la falsa creencia de que el hombre es mas sexual y la mujer más sensual. Recordemos esto: La mujer es tan sexual como el hombre.

Es hora ya de abandonar la doble moral que pretende seguir sancionando en exceso determinadas conductas sexuales femeninas. Hace más de un siglo, el pecado era la forma de control social de las normas, pero éste, dejó paso a la patología como forma de control. La Iglesia dejó en manos de la Medicina el relevo de seguir fabricando Moral Sexual Cultural. De modo que el pecador pasa a ser perverso o pervertido, pero más desviación si cabe, si el sexo del afectado es mujer. Y una vez que las normas se convierten en normas clínicas, es muy difícil identificar los problemas psicológicos que podrían no existir, si la conformidad social no fuera tan importante. La hostilidad contra la mujer de la moral sexual tradicional, le deja muy poco espacio al placer para que la mujer sea más libre, sin tener que juzgarse a sí misma.

En conclusión, la Ninfomanía es un término obsoleto cuya utilización implica una forma de discriminación hacia la mujer, a la vez que supone una activación de morales sexuales de hace más de 100 años. Fíjense que ninfómana nunca es una misma, siempre es la otra, es como el dominguero. Ninfómama es aquella mujer que tiene más sexo  que tú, que desea más que tú, incluso que vive sus relaciones sexuales de forma más intensa que tú. En ningún caso, esto debe juzgarse como una conducta patológica, aunque sea anormal, es decir, poco usual, ya que no todas son capaces de actuar a expensas del implacable control social informal.

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