WhatsApp y Facebook, causantes de 28 millones de rupturas sentimentales

Sep
10
2013
Artículo
Pedro Lucas

Bien es sabido que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, no sólo sirven para conocer gente y fomentar vínculos entre desconocidos, sino que están provocando la ruptura de millones de parejas. Un estudio de CyberPsychology and Behaviour Journal asegura que WhatsApp y Facebook ya han provocado la ruptura de 28 millones de parejas.

Un ejemplo de cómo el whatsapp genera conflictos en la pareja es el llamado síndrome del doble check, que se refiere a la creencia de que dos símbolos de visto bueno en verde significa que la persona a la que se le ha enviado un mensaje lo ha leído. Este es una de las principales causas de las rupturas al creer que el receptor del mensaje, al leer y no responder, estaba ignorando al emisor. Si además, a esto le sumamos,  la posibilidad de ver la última conexión o si la persona está en línea, junto a las equivocaciones al enviar mensajes y la posibilidad y facilidad de hablar con otras personas o grupos, cuando se está en presencia de la pareja o inclusive en medio de una conversación; está generando auténticos conflictos de pareja que terminan en ruptura.

 

 

En el caso de Facebook y de otras redes sociales, pueden permitir conocer en qué lugar se encuentra el usuario o incluso donde estuvo a través de fotografías, sumado a comentarios de "amigos" que pueden delatar mentiras u omisión de información relevante para la pareja.

Independientemente de todo esto, es necesario no culpabilizar a estas TICs, pues los causantes principales de estos conflictos son los mismos actores, es decir las propias personas. Si consideramos el whatsapp como una parcela de la intimidad del otro y de que tener dispositivo móvil no significa estar siempre disponible, determinadas aspectos deben ser respetados en pareja. Pero los miedos y los estilos de apego afectan directamente en este tipo de cuestiones que tienen que ver en parte, con la autoestima, la confianza y la seguridad. Las parejas tienen que adaptarse a estas nuevas formas de relación y para ello, en muchas ocasiones, es necesaria la terapia.

 

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